Antonio Maura
(Antonio Maura y Montaner; Palma de Mallorca,
1853 - Torrelodones, 1925) Político español. Jefe del Partido
Conservador y ministro y presidente del Gobierno en diferentes ocasiones
durante el reinado de Alfonso XIII, intentó introducir en el sistema de
la Restauración una serie de reformas radicales que acabaron por
fracasar.
Estudió derecho en Madrid y en 1878 se casó con la
hermana menor de Germán Gamazo, uno de los más destacados políticos del
Partido Liberal. Comenzó su carrera política de la mano de su cuñado. En
1881 es elegido diputado por Palma de Mallorca, y se mantiene siempre
en la línea gamacista frente a Sagasta. En 1886 es vicepresidente del Congreso y, seis años más tarde, ocupa el cargo de ministro de Ultramar.
Desde su ministerio publicó varios decretos
sobre la administración municipal de las Islas Filipinas, y presentó un
Proyecto de Ley para el gobierno y administración civil de Cuba y Puerto
Rico, en el que se distribuían las competencias entre la administración
central de la metrópolis y los respectivos gobiernos insulares. Las
polémicas y la gran oposición que suscitó el proyecto provocaron la
dimisión de Maura. En 1885 vuelve a formar parte del gabinete de
Sagasta, haciéndose cargo de las carteras de Gracia y Justicia.
El
denominado "Desastre de 1898" le llevó a adoptar una actitud de censura
contra la política de la Restauración. Formuló su doctrina política,
basada en lo que denominó "revolución desde arriba", como solución para
evitar el desarrollo de un proceso revolucionario. Se hacía
imprescindible, según Maura, realizar reformas que se basaran en una
radical moralidad, y que se llevaran a cabo por un gobierno que fuese
capaz de mantener con energía el principio de autoridad.
Tras
la muerte de Gamazo, pasó a liderar el Partido Liberal, hasta 1902, año
en que se incorpora al Partido Conservador. Formó parte del Gobierno de
Silvela, ocupando la cartera de la Gobernación. Y en 1903 se hizo cargo
de la dirección de las elecciones municipales. Su decidida intención de
acabar con la corrupción, mediante el ataque a las bases del caciquismo
local, provocó una fuerte oposición contra su persona.
Este mismo año, Maura se hace cargo de la jefatura del
Partido Conservador, tras la dimisión de Silvela, y, en el mes de
diciembre, es el encargado de formar gobierno. Entonces, desde su nueva
posición, elabora un proyecto de administración con tendencias
regionalistas, con el objetivo de resolver el problema catalán y acabar
con la corrupción electoral. Su proyecto y las continuas divergencias
con el rey Alfonso XIII
le procuraron fuertes oposiciones, por lo que presentó su dimisión a
finales de diciembre de 1904, año en el que también fue objeto de un
atentado en Barcelona.
En 1907 se le llama de nuevo para formar gobierno. Es el
comienzo de su etapa más decisiva en el mundo político. Puso en
práctica una amplia reforma legislativa que afectó, especialmente, a la
Ley Electoral y a la Ley de Huelga. En política exterior, realizó una
gran actividad: la negociación de los acuerdos de Cartagena, en los que
España, Francia e Inglaterra reconocen su interés común en el
Mediterráneo. También reorganizó la Marina, lo que le creó gran
impopularidad entre el sector de la industria naval. Y realizó fuertes
campañas contra el terrorismo catalán.
La brutal
represión que hace su gobierno de la "Semana Trágica de Barcelona", en
1909, fue el motivo inmediato que le obligó a dimitir. Al año siguiente
volvió a ser de nuevo blanco fallido de los terroristas en la Ciudad
Condal. En 1913 renunció a su cargo de jefe del Partido Conservador. A
partir de este momento, se conviertió en el "gran solitario" y se
mantuvo apartado del poder durante largo tiempo.
En
1918, ya como jefe del Partido Maurista, es llamado por el Rey para
presidir un Gobierno de Concentración, que fracasó. Posteriormente, tras
el "Desastre de Annual", en Marruecos, el 21 de julio de 1921, Maura
volvió a acceder al poder, ocupándose del Ministerio de la Guerra: sus
intentos por solucionar el desorden en Marruecos serían fuertemente
contestados por las Juntas Militares, lo que, unido a los escasos
resultados en su gestión, provocaría de nuevo su dimisión. Alejado de la
política, murió en su casa de la localidad madrileña de Torrelodones,
en 1925. Legó, además de sus interesantes reformas, una gran cantidad de
discursos, fruto de su excelente oratoria.
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