lunes, 14 de noviembre de 2016

Historia de España: Asesinato de Cánovas

Angiolillo-assassinato.jpgEl asesinato de Cánovas del Castillo tuvo lugar el 8 agosto de 1897 en el balneario de santa Águeda (Guipúzcoa) donde el presidente del gobierno español Antonio Cánovas del Castillo pasaba unos días de descanso y fue obra del anarquista italiano Michele Angiolillo, quien fue inmediatamente detenido, juzgado y ejecutado. Durante el consejo de guerra Angiolillo justificó el asesinato como una venganza por las torturas del proceso de Montjuic.


Antecedentes

Durante la última década del siglo XIX Barcelona vivió una oleada de atentados terroristas anarquistas. El de mayor repercusión fue el atentado de la calle Canvis Nous al paso de la procesión del Corpus del 7 de junio de 1896 en el que seis personas murieron en el acto, y otras cuarenta y dos resultaron heridas. La represión policial que se desató a continuación fue brutal e indiscriminada y dio lugar al famoso proceso de Montjuic, durante el cual 400 «sospechosos» fueron encarcelados en el castillo de Montjuic, donde fueron brutalmente torturados —«uñas arrancadas, pies aplastados por máquinas prensoras, cascos eléctricos, puros habanos apagados en la piel…»—.1 A continuación varios consejos de guerra condenaron a muerte a 28 personas —cinco de las cuales fueron ejecutadas— y a otras 59 a cadena perpetua —63 fueron declaradas inocentes pero deportadas a Río de Oro—.2

El proceso de Montjuic tuvo una gran repercusión internacional, dadas la dudas que había sobre las pruebas en que se habían basado las condenas —básicamente las confesiones de los acusados obtenidas mediante torturas—, que también fue seguida por una campaña de parte de la prensa española en contra del gobierno y de los «verdugos», en la que destacó el joven periodista Alejandro Lerroux, director del diario madrileño republicano El País que con el título de Las infamias de Montjuïc publicó durante meses los relatos de los torturados —además Lerroux emprendió una gira de propaganda por La Mancha y Andalucía—.

El asesinato

Michele Angiolillo era tipógrafo de profesión y estaba fichado por la policía italiana como anarquista. En 1895 huyó al extranjero para eludir la condena de mes y medio de cárcel por unos artículos subversivos que había publicado. Estuvo en Barcelona y probablemente allí se encontraba cuando se produjo el atentado de la Procesión del Corpus de junio de 1896. Se marchó entonces a Francia, de donde fue expulsado en octubre, pasando a Bélgica y después a Inglaterra. En Londres conoció los relatos de los torturados en el proceso de Montjuic y allí compró la pistola con la que asesinaría a Cánovas del Castillo. De la capital británica se dirigió a París donde se entrevistó con el delegado de los insurrectos cubanos que luchaban contra España para lograr la independencia Ramón Emeterio Betances al que pidió dinero para poder ir a España y asesinar a la reina-regente María Cristina de Habsburgo-Lorena y al presidente del gobierno Antonio Cánovas del Castillo. Betances le dio cierta cantidad aunque le dijo que reprobaba los asesinatos. En París Angiolillo también se entrevistó con el director del periódico anarquista L'Intransigeant, Henri Rochefort, que había sido uno de los medios que más había destacado en la campaña internacional de denuncia de las torturas de Montjuic, y que también apoyaba la causa independentista cubana.   

De París marchó a Madrid donde entró en contacto con el periodista republicano y anticlerical José Nakens a quien se presentó como periodista con el falso nombre de Emilio Rinaldini, y a quien pidió ayuda. Nakens le dio algún dinero y al despedirse le contó su proyecto de atentar contra la regente, contra el presidente del gobierno y también contra el joven rey Alfonso XIII —entonces un niño de 11 años de edad—. Aquel no le creyó, aunque más tarde Nakens confesó que si hubiera sabido que era cierto tampoco lo hubiera delatado porque era un crimen político

A principios de agosto de 1897 Angiolillo se encontraba en Guipúzcoa y el día 8 al mediodía le disparó tres tiros de revólver al presidente del gobierno Antonio Cánovas del Castillo cuando leía los periódicos en un banco en el balneario de Santa Águeda, en el que pasaba unos días de descanso. El asesino fue detenido y juzgado inmediatamente. Durante el juicio justificó su crimen como una represalia por las torturas a que habían sido sometidos los sospechosos por el atentado de la procesión del Corpus de Barcelona en el castillo de Montjuic a donde habían sido conducidos, y de las que hacía responsable al presidente del gobierno. También declaró su solidaridad con los que vivían en la miseria, su rechazo a la injusticia social y su amor al anarquismo. Dijo también que había actuado solo, aunque existen dudas de que esto fuera verdad porque había comentado sus planes con varias personas, a pesar de que también lo negó durante el juicio. Fue condenado a muerte y la sentencia se cumplió mediante garrote vil el 19 de agosto de 1897, sólo once días después de haber cometido el asesinato. 

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_C%C3%A1novas_del_Castillo

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